viernes, 8 de agosto de 2008

francisco de quevedo y villegas

¡Oh mesón de las ofensas!, ¡oh paradero del vicio!
en el mundo de la carne para el diablo baratillo
¿Dónde fue el pecar a bulto, si más fácil menos rico?
¿en dónde los cuatro cuartos han sido por muchos siglos
ahorro de intercesiones, atajo de laberintos?
Los deseos supitaños, el colérico apetito
¿a dónde irán que no aguarden el melindre o el marido?

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